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Las hipócritas 'comillas'




Y luego va y dicen los sabihondos de ciencias que la gramática o la religión no sirven para nada ni te preparan para la vida moderna. Vaya que no.

Deberían saber que una buena clase de gramática, no la que se imparte en dos tardes, que eso es sólo para las matemáticas y la economía, puede salvar a todo un Presidente del Gobierno, o a toda una Ministra –o menos- de la utilización impropia del lenguaje y sus reglas gramaticales.

Unas comillas mal puestas le pueden fastidiar al más pintado una comparecencia en el Congreso de los Diputados. No en los Presupuestos, que eso se ventila en dos ratos y es un asunto de menor importancia –aunque en absoluto intrascendente, pues son sólo ‘números’-, sino en un trabajo que realizó de joven, con el que aspiraba a ser lo que no era sin prestar atención a las hipócritas comillas que debían encerrar sus nulos pensamientos en los que tuvieron otros. Deberían quitar la licencia a Microsoft por no ponerlas de oficio en su próxima actualización…

Una palabra mal sonante pronunciada en una comida informal mientras te comes una gamba con la boca abierta te puede dar la tarde, y la noche, y el día siguiente, hasta la dimisión. No porque los gases mezclados con el bocado deshecho por tus molares te provoquen una indigestión y mucho flato, sino porque las exquisitas reglas del género que con tanto ahínco defiendes te califican de homófoba a la más mínima grabación indiscreta de tus amigos ‘tíos’ de comilona.

No se puede decir maricón, si eres Ministra; ni tan siquiera mariquita, aunque en este caso sólo si ocupas una Secretaría de Estado. Incluso homosexual está mal visto, salvo que lo seas y te limites a pregonarlo puertas adentro del armario. También está prohibido decir puta, y casi también prostituta, pues debe decirse escort, que es una palabra nueva que no conocía y que por lo visto sirve para cualquier tipo de género –aunque no sé si de número-. Sólo te salvas si te refieres a un amigo, porque es evidente que nadie tiene amigos a los que dedicaría esos epítetos, no porque no lo sean, sino porque dejarían en evidencia tu futura y ansiada carrera política y a nadie se le ocurriría ser tan borrico –o borrica, que una ya no sabe cuando poner u omitir el rabito a las letras-.

Tampoco se puede robar en los súpers, porque hay cámaras indiscretas que lo vigilan todo, ni aceptar como regalo un traje blanco de primera comunión para ver al Papa, cuando ya tienes edad para estar confirmado, ni contar el dinero robado de mil en mil. Los bancos panameños o andorranos tienen máquinas que lo hacen automáticamente, aunque tienes que recordar la clave cifrada de la cuenta, eso sí. En estos casos, el delito no consiste en llevarte el palillero de los chinos a casa, o levantarte la pomada para untar las urticarias provocadas por la vida política, sino en no confesar el crimen a tu superior cuando te propone para el puesto. No te salvas ni aunque el Sumo Pontífice te ponga sus manos sobre la calvorota. Cualquier político que se precie debe saber que no habrá podido reproducir la lista de los reyes godos con la ayuda de las chuletas en un examen, ni haber contado chistes de gitanos, eunucos o gordas en el patio. Se la van a tener jurada.

En este país estamos ahuyentando de la política, de la judicatura o de los puestos públicos de relevancia a los más aptos, los más preparados, los más inteligentes, los más capacitados, los más exigentes con el trabajo bien hecho. Porque lo que se les pide no es que sean unos buenos profesionales conocedores de aquello que van a gestionar, decidir o aplicar, sino que no tengan ningún pecadillo venial en la recámara, porque los pufos gordos se pueden encubrir, tapar o, incluso, permiten las transacciones con ellos, poniendo al afectado en igualdad de condiciones ante la ley. Pero unas comillas mal puestas, … ah amigo… con la gramática no se juega.

Comentarios

  1. Hola Petra
    Hoy voy a disentir contigo, aún entendiendo la sátira de tu comentario.
    Creo que tu tesis va al contrario de la realidad. Esta sociedad no quiere saber nada de la mamonada, asume que la mentira más grande de todas, la política, se producirá sí o sí; y tristemente la perdona, incluso la corrupción, demostrado hasta el hastío.
    Pero ojo con la mentira personal, mucho ojo!!!

    Nadie pide ni exige titulitis para validar a los administradores de nuestras vidas y dineros; ya pueden ser unos zopencos oficiales..., da igual, van a ser unos paquetes como los "supercurriculados".
    Lo que no perdona es la mentira privada, engalonar su historial académico y/o profesional con mocos disfrazados de boletus; eso es una ofensa, una afrenta indeseable, mucho más que meter la mano en tu bolsillo sin o con curriculum real.
    En la afrenta personal, porque tú has estudiado una carrera y/o un postgrado y te ha costado una pasta y un esfuerzo...
    Espero haber sabido expresar mi visión.
    Un saludo Petra
    Kaixo

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    1. Apreciado Kaixo, entiendo perfectamente tu visión, pero es precisamente lo que quiero criticar: la cegera de la sociedad que se pierde en el detalle sin analizar la categoría.
      Lo importante en un cargo público es si lo hace bien, si es responsable,si defiende el interés público y si no tolera la corrupción.
      Casi nada.
      Pero desde aquel 'te quiero un huevo' en la Portada de El País, la prensa ha virado hacia un juicio de intenciones y de conciencia, que permite condenar al más pintado y responsable por una mera falta leve cometida fuera de las responsabilidades del cargo y sin conexión con el mismo; cuando las gravísimas faltas asociadas al ejercicio del cargo se tapan, o se disimulan, previo pago de la debida 'contraprestación'.
      Me parece muy peligroso ese derrotero.
      Porque a la sociedad, irresponsable ella, se la alimenta con vídeos y chascarrillos que no pasarían el casting de videos de primera o no merecerían ni un comentario en Sálvame.
      Basta con un chascarrillo o con una 'mentira in fraganti' para destrozar toda una carrera profesional brillantísima. Y sin necesidad de acusación, pruebas, juicios ni demostración de culpabilidad o negligencia en el ejercicio del cargo. Un chollo.
      Y además, con estos 'caramelitos' se puede controlar a los cargos de responsabilidad para que comulguen con carros y carretas y hagan la vista gorda a tropelías vergonzantes además de ilegales o (presuntamente) criminales.
      Después, eso sí, nos quejamos de las deficiencias democráticas del sistema y tal y tal, Pero nuestra irresponsabilidad como ciudadanos, ésa ni mentarla...

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    2. Lo has escrito muy bien, con sorna elegante.
      Tengo un amigo que dedica su tiempo libre a la política como candidato provincial.
      Hace una semana le comenté que se habían encontrado una mina con la tesis acumulable a los másteres del simbiótico, lo que la peña quiere.
      Circo, palomitas y gritos, muchos gritos.

      Es la deficiencia de la democracia, incluso de esta falsocracia, que vale igual el voto de quien solo quiere ver como se pelean los payasos que el de quien ve que mientras dura el espectáculo, está pagando la luz más cara de la historia con los embalses por encima de la media.

      Solución?
      Cultura, lo que todas las élites han tratado de evitar con leyes que primaran la mediocridad, no el esfuerzo recompensado.
      Un abrazo y enhorabuena por tu rincón. Das buen café

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  2. Interesante debate el Kaixo-Petra

    Simplemente ahora sería imposible que un Winston Churchill, ejemplo de todo lo políticamente incorrecto, accediera simplemente a bedel de una sede.

    El problema es que noes sólo en la política, en cualquier empresa XXXL uno debe de tener mas cuidado con cualquier chorrada que 10 años atrás colgó en Facebook, porque hay 10 que quieren tu puesto, que con desarrollar una gestión ejemplar.

    Lo mas grotesco del asunto es que han sido los propios políticos, desde el de los trajes hasta esta última fiscal devenida en minstra, quienes han dado ese poder a lo que llamamos prensa.

    Lo han hecho precisamente para blindarse, en la esperanza, o en la idiocia, de que podrían controlar un monstruo que al final los ha devorado.

    La pregunta del millón, visto el panorama, es quien será nuestro Trump, porque ese es el tipo de baquero que puede convivir con la bestia. Y francamente no veo a ninguno de los 4 pichafrias, Casado, Rivera, Sánchez o Iglesias, capaz de ello.

    un cordia saludo

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    Respuestas
    1. Hola Gladiador
      Yo tampoco veo ningún Clint Eastwood, ni John Wayne, ni siquiera un Pepe Isbert en el panorama. Solo veo payasos, algunos disfrazados de domadores, puto disfraz.

      Ayer, Draghi avisó en una conferencia no programada que la inflación está "más vigorosa" de lo presupuestado. Sabes lo que quiere decir...
      Y entonces, cuando ocurra?
      Créeme, estoy deseando que se descuadren los PGE con este gasto parasitario descontrolado, a ver como lo cuadran...
      Un abrazo

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    2. Se que no hace falta, pero lo adorno, Pepe Isbert en su sueño far-west en la inolvidable Bienvenido Mr Marshall.
      :)))

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    3. Hola Kaixo

      Yo veo que esta sobredosis de hipocresía puede venir hasta bien.

      La inflación con el petróleo a 80 y subiendo significa que la barra libre de liquidez se acabó, "whatever finito" y aquí puede haber unas yoyas cómo panes. Tu sabes mucho mas que yo de eso.

      A veces pienso que el registrador, después de haber cobrado su finiquito y tener e certificado de que no va a ir a ningún sitio oscuro, se debe de estar descojonando pensando de o que se va a librar.

      "Y encima algunos me echan de menos" y se vuelve a escojonar.

      En Catauña mientras tanto jugando al corro de la patata, con Valls, pensando que si hablan francés y no español Madrid no es mandará, cuando no tienen ni puta idea de lo que es que te mande Paris.

      Tengo a sensación de que e 50% de hostión que nos llevemos se dará allí, en Cataluña, que va a quedar irreconocible. Una Marsella cutre a su lado parfecerá hasta chic. Y se lo tendrán bien merecido.

      La crisis afectará sobre todo a los mas idiotas, y la idotez fruto del pitas pitas.. no se ha repartido por igual, como bien sabes. Y esta vez no habrá compasión con ellos. No creo, por ejemplo, que desde Aragón, Valencia o Baleares se acpete ceder una migaja de nada para mantener abiertos chiringos lleneos de laZitos amarillos. Amen con Navarra desde Vizcaya .

      Un abrazo

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    4. No lo sé, de veras. No hemos aprendido nada, absolutamente nada de la crisis más grave que yo recuerdo y de la que sin salir, se va a entrar en otra.

      "...nuestra irresponsabilidad como ciudadanos, ésa ni mentarla..."

      Es de Petra, me parece el resumen de todo, brillante y lacónico.
      Zurramos, entramos al trapo de la despreciable y mercenaria prensa, permitimos que nos mareen... Pero no tenemos ni un ápice de autocrítica, ni vergüenza torera que es bastante peor.
      Casi 40 años, y tampoco aprendemos...
      Veremos, pero esto no se sostiene económicamente, ni socialmente por mucho mamarracho comedor de palomitas.
      El BCE tiene la llave, nadie más, porque esta sociedad inculta que formamos somos incapaces siquiera de algo tan sencillo y honrado como un mea culpa.

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    5. Entro en este blog casi por casualidad, y me encuentro con esta perla seguida de una interesantísima discusión. Y veo que, además, hay otros posts o entradas que también prometen.
      Por partes.
      Me parece interesantísimo que se haga hincapié en la responsabilidad de los ciudadanos, como indica Petra y el anónimo que me precede. Nos hemos atiborrado a derechos, pero nos hemos olvidado de contrarrestarlos con los correspondientes deberes, porque si no este invento no funciona. Deberes cívicos, de ciudadano, como dice Petra, que aspira y quiere ser libre, respetando y exigiendo respeto.
      Nuestra sociedad civil es tremendamente farisea y cobarde. Hace tiempo que hemos dejado de llamar a las cosas por su nombre, y así es imposible entenderse y progresar. El lenguaje se ha sustituído por una falsa progresía que coarta la libertad de expresión y hasta la libertad de conciencia, mediante las hordas tuiteras, o la persecución penal de los 'delitos de odio', cuando no exige una corrección en cuestiones de género que es incorrecta, inexacta e injusta, además de innatural.
      Gracias por los interesantes argumentos aportados a todos. Prometo seguir las siguientes entradas del blog.
      Valencia, 25 de septiembre de 2018.

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  3. Gracias a todos, Me siento verdaderamente abrumada con sus aportaciones y me permitirán que no les conteste uno a uno como hice con Kaixo, aunque sus reflexiones bien lo merecen. Espero tener más tiempo para poder hacerlo.

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