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Miedo a la democracia

Hoy, la columna del señor Cacho, me decepciona. Profundamente.

Lo tenía por un periodista cabal, valiente, que no se arredra ante las dificultades, y que combate sobre todo las injusticias. Puede tener en nómina a periodistas de cámara, que bailan al son de la información que más calienta; pero él no, el es de los sobrios castellanos que a la mano cerrada le llama puño.

Pero hoy, el señor Cacho sale en defensa del puño que dejó de estar cerrado. Afirma sin sonrojarse que los males del socialismo los ha causado Pedro Sánchez. Así, sin más. Con un par. Debería haber releído el señor Cacho sus interesantes columnas sobre el señor presidente del Gobierno de España que puso al PSOE y a toda la nación a los pies de los caballos, al señor Zapatero. ¿O es que ya no se acuerda? No se puede aprender economía en dos tardes para después sostener que íbamos a adelantar a Italia primero y a Francia después, mientras desde el FMI ya se nos anunciaba la que se venía encima, porque Alemania no iba a cargar con el muerto de sus cajitas quebradas, que para eso era el amo de la baraja.

Y el señor ZP, lejos de apartarse, decidió avivar el fuego con gasolina, incrementar el gasto en obras inútiles, gastar a manos llenas de donde ya no había, sin adivinar siquiera la que se nos venía encima con la parálisis económica que nos dejó tiritando a todos, obligándonos a muchos a hacer maletas, y a otros a volver al grupo familiar de los padres jubilados, los más afortunados, mientras los más tenían que buscarse la vida en la economía sumergida, que tan honda estaba que ni agua quedaba para zambullirse.

Y hoy, con un par, y sin que se nos aclare porqué, el señor Cacho decide imputar todo ese disparate a un advenedizo Sánchez, que será lo que será, pero por lo menos intenta recuperar el orgullo perdido de muchos afiliados, que se vieron insultados y despreciados por las políticas compradas a cambio de deuda empobrecedora por sus predecesores.  Algo que no intentan, porque se les vería demasiado el plumero, sus dos contrincantes, guate-mala y guate-peor, la causa real de que pueda ganar en el proceso Pedro Sánchez, como en Estados Unidos ganó Trump no por sus méritos, sino por los deméritos, tantos, de la oponente.

Muy feo, por cierto, el detalle de intentar desprestigiar al candidato Sánchez  a partir del color del pelo de su pareja, y ya rozando la ordinariez el hacer referencia a los negocios de su suegro. Debería darle vergüenza.

Puede criticar si quiere el proceso, voto directo y universal de los afiliados, pero lo correcto debiera ser la crítica hacia el partido de enfrente, el de los dedos, los palcos o el del abandono miserable cuando vienen mal dadas, que al líder ni tocarlo.

El PSOE que expulsó a su Secretario General en una rebelión anti-democrática no ha tenido agallas para aclarar lo que quiere ser, ha sentido como su grueso de votantes han pasado a las filas de un advenedizo Podemos, y con ello, gran parte del poder que atesoraban sus cuadros directivos, esfumado.  Pero lejos de debatir intelectualmente, los mandos del PSOE lanzan andanadas sin contenido para seguir aferrados al cargo, el que sea, que en eso consiste la política llegado a un estatus, y si para eso hay que convencer a un periodista cabal como d. Jesús, pues se le convence, faltaría. Y el señor Cacho, que siempre ha sido tan valiente en la defensa de los valores democráticos, dirige su proa a la popa del ‘adversario’ con unas maneras que ni el editor de El País, ni el vocero de la Sexta superarían.


¿A estas horas, y con la que ha caído, tenemos miedo a la democracia?

Comentarios

  1. Por fin la encuentro, PETRA! Nos tenemos que dedicar más a este block y pasar más de VP.

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  2. Excelente artículo (o comentario, columna, no sé cómo llamarlo), como siempre, doña Petra. Podré estar de acuerdo con usted, o no; pero sus puntos de vista siempre me resultan muy interesantes. Gracias por este blog.
    Un saludo,
    JAOE.

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